En cumplimiento de sus responsabilidades, al término de las elecciones el IFE elaboró un informe final sobre esta primera experiencia del voto migrante (conocido como Libro Blanco). El informe documenta lo sucedido e incluye propuestas para mejorar el proceso y el resultado, que fueron realizadas por diversos participantes en reuniones organizadas por el IFE, además de sus propias consultas y evaluaciones internas. Cabe señalar que quien debe considerar y aprobar las reformas posteriores es el Congreso de la Unión ya que el IFE no tiene facultad para legislar.
Entre las recomendaciones, se destacan las siguientes para el marco legal:
• En los análisis que se realicen sobre el voto de los mexicanos residentes en el exterior en el ámbito legislativo, se sugiere reconsiderar las opiniones de los actores involucrados en el proceso: IFE, TEPJF, Cancillería, Sepomex, etc.
• Se recomienda estudiar la factibilidad de que el IFE realice un programa de acreditación fuera del territorio nacional para brindar a un mayor número de migrantes la posibilidad de ejercer su derecho al voto desde el lugar donde residen.
• Se sugiere evaluar si debe seguir siendo obligatorio que los SILNERES y los sobres de votación sean enviados por correo certificado. Habría que valorar la conveniencia de que puedan ser enviados por correo ordinario o mensajería.
• Se recomienda revisar los plazos establecidos en COFIPE. Posiblemente plazos más largos y más cercanos al pico de las campañas electorales en territorio nacional incentivarían un mayor empadronamiento.
Lamentablemente, desde la reforma de 2005 no se ha aprobado ninguna otra iniciativa que busque mejorar lo hecho en 2006. Si tenemos en cuenta que toda reforma electoral que se pretenda aplicar a un proceso electoral federal debe ser aprobada por al menos un año antes del día de las elecciones, hay poco tiempo para finalizar una reforma para las elecciones del 1 de julio de 2012.
El 17 de enero de 2011, el IFE reactivó la existencia de la Comisión para el Voto de los Mexicanos en el Exterior, la cual, al igual que en la última elección, estará a cargo de realizar las tareas relacionadas con el voto en el exterior. A diferencia de 2006, esta vez estará trabajando con casi un año y medio de anticipación.