La migración internacional es un fenómeno que se deriva en gran medida de factores estructurales que tardan mucho en cambiar y están fuera del alcance de las políticas a corto plazo. Entre los principales factores podemos incluir las grandes transformaciones económicas (ej. cambio de economía rural a industrial) y los cambios demográficos a largo plazo. Los especialistas también señalan que el flujo masivo de un país a otro no es casual y generalmente ocurre cuando ya se han establecido una serie de «puentes» entre ellos, como el intercambio comercial, la colonización, etc.

La migración ha cobrado importancia en la era posterior a la Segunda Guerra Mundial. Según la Organización de las Naciones Unidas, hoy en día hay más de 214 millones de personas viviendo en un país diferente a aquel en el que nacieron. El origen geográfico de los flujos ha variado a lo largo del tiempo. En el siglo XIX y durante la primera mitad del XX tienen su origen principalmente en países europeos.

que se encontraban en un proceso de modernización económica. Desde mediados del siglo XX, la mayoría de los migrantes internacionales provienen de países del hemisferio sur, que también se ven afectados por el desarrollo de las economías de mercado y se incorporan paulatinamente al proceso de globalización, y se dirigen principalmente a países del hemisferio norte, donde existe es la demanda de mano de obra extranjera.

Estados Unidos se ha convertido en el país con mayor número de migrantes internacionales (37,9 millones en 2008), que proceden principalmente de América Latina y Asia. Este patrón comenzó en 1965, con el inicio de una nueva Ley de Inmigración que nuevamente permitió la migración asiática y mantuvo la puerta abierta para los mexicanos, y que coincidió con una caída en la inmigración desde Europa.

El cambio se ha producido a medida que la población de origen europeo ha ido envejeciendo y, por otro lado, la demanda de mano de obra extranjera se ha expandido debido a una tendencia de rápido crecimiento económico en la era de la posguerra.

La llegada de un gran número de inmigrantes no europeos ha generado diversas controversias, entre ellas el regreso de argumentos sobre la supuesta incapacidad de los nuevos inmigrantes para asimilarse a la cultura americana o para adoptar principios y valores (democracia, economía de mercado, etc.) considerados imprescindible por sectores conservadores.

Estos argumentos han sido refutados por estudios de gran calidad, pero persisten y son reproducidos por sectores extremistas que han logrado redefinir el debate político nacional y se han apoderado del discurso político del Partido Republicano. Los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 agregaron una complejidad inesperada y subordinaron el tema de la migración al de la seguridad nacional. Más recientemente, la crisis económica que sufre el país ha creado un escenario más adverso, con mayor hostilidad hacia una posible reforma migratoria que permitiría la legalización de unos 11 millones de inmigrantes indocumentados (la mitad de ellos mexicanos) y un posible aumento del número de visas de inmigrantes. trabajar para fomentar la migración documentada. A pesar de la continua demanda de mano de obra extranjera, y su innegable crecimiento a futuro por la salida del mercado laboral de los «baby boomers», no ha habido en las últimas décadas una voluntad política para conciliar las políticas migratorias del país con las tendencias demográficas y las demandas del mercado laboral. Las políticas migratorias del país se caracterizan por la irracionalidad y el unilateralismo, ya que no ha habido interés en encontrar soluciones regionales o bilaterales.